


«Coged las rosas mientras podáis.»
Estudio de un paisaje. (+)
¿Por qué estoy enlazando más palabras? ¿Por qué no callar y dejar que las imágenes se expresen? Porque mi amigo P me pidió que hablara del proceso creativo o la escritura en general. ¿Y qué decir? Digamos que en mi caso hay siempre un algo ambivalente y peligroso en el acto de crear. Todo empieza con la intención o la ilusión de fijar la realidad, darle un orden o un sentido, establecer una narrativa que, evidentemente, la vida no tiene. Lo que podría ser un objetivo inocente deviene obsesión, y se corre el riesgo de ser absorbido por el monstruo, la criatura o incluso el dispositivo que debiera ayudarnos a mirar. Lo que nació como respuesta a la ceguera se acaba imponiendo, nos ciega por su parte al devenir cotidiano y superfluo de las cosas; nos resta funcionalidad, si se quiere… Es triste, pero inevitable, diría. “No se puede vivir entre dos mundos, hay que elegir” – confesaba yo en un poema, allá por 2016. Y sin embargo, sigo eligiendo volver, a pesar de los pesares, como la primavera de Neruda. Contra todo pronóstico, años después, he resucitado. ¡Aleluya!